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FLORES EN LA CABEZA©
Como las que solía portar una de las mujeres más recordadas en la historia del arte mexicano, esa mujer orgullosa de su vestimenta colorida, con faldas largas, y labios rojos, esa mujer sensible, de cejas acentuadas, de amor enfermizo y dolor físico constante, esa mujer que no necesitaba “Pies, ¿para qué los quería, si tenía alas pa’ volar?”
Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón, mujer pasional que reflejaba en sus autorretratos, lo que mejor conocía, su dolor. Ese dolor que avivaba su espíritu ante emociones de ahogo y libertad. Con un corazón deslumbrado y a la vez quebrantado, Frida vivió tan intensamente dentro del laberinto de emociones paradójicas, que hoy nos hace preguntar: ¿cuánto dolor puede soportar una persona en nombre del amor?.....todo?....Sí, todo lo que sea preciso para levantarse cuantas veces sea necesario y enfrentar los giros que da la vida en sus diferentes etapas.
Las mujeres, aun siendo señaladas, humilladas o violentadas, han sido artífices y ejemplo de fortaleza. Sin importar las circunstancias, son capaces de sobreponerse al dolor en nombre del amor. Sin estar seguras de poder hacerlo, han aceptado sus pérdidas, se han levantado y se han puesto en marcha para continuar creando y transformando.
Quizás la fortaleza es parte de la esencia del ser humano, quizás por sobrevivencia, quizás como una oportunidad para poder desarrollar capacidades y ponerlas al servicio de la vida. Quizás porque la mujer es capaz de mover a toda una sociedad a partir de la formación que le dá a sus hijos desde el seno del hogar. Quizás por eso las mujeres son dignas de portar una corona de flores sobre la cabeza, simbolizando el reconocimiento y la grandeza de ser mujer, espejo de creación y transformación constante.
A las mujeres como Frida Kahlo, que han sido íconos de fortaleza y determinación, mujeres de fe, sentimentales, trabajadoras, capaces, ambiciosas, curiosas, mujeres que más que tener poder sobre los hombres, han tenido poder sobre ellas mismas, decididas en salir adelante y demostrarse que lo más importante es creer en ellas mismas.
Nuestro agradecimiento por la confianza en su propio poder, y autodeterminación por hacer valer su opinión y participación en la transformación social. Gracias por ser mujer, gracias por ser artífice de una sociedad respetuosa de los derechos de las mujeres. Gracias Frida.
