PLATA EN EL CABELLO Y ORO EN EL CORAZÓN
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De color gris claro y brillante, el mejor conductor de la electricidad y del calor, es la plata, la cual es considerada como uno de los tesoros de América. Metal que entre más se lustra más refleja la luz, esa luz que una madre destella en su mirada cuando orgullosa de su obra, da gracias al creador por todo aquello que los años le han permitido vivir, con risas o llanto, cada surco en su rostro lo llena de gratitud.
Madre severa o abuela amorosa, no se cansa de elevar su mirada al cielo por haber tenido la provisión ilimitada de Dios dentro de su vientre. Agradece lo más valioso que le da la vida, haber sido portadora de la vida misma, como madre. Su corazón desbordó en alegría ante la llegada de su primer hijo, esa joya cual alfarero esculpió para hacer de él su más grande obra. Entonces, empezó a crear todo desde el corazón, con bondad y sensibilidad, aún sin saber si iba por el camino correcto, sin saber cómo educarlo halló la mejor manera para hacerlo, utilizó la mejor brújula, los latidos de su corazón.
Y así pasaron los años aprendiendo a ser, cada día, una mejor versión, hasta que sin darse cuenta se convirtió en todo un caudal de conocimientos, resguardados en un baúl lleno de experiencias y de sabiduría. Los años le han enseñado a guardar en ese baúl, con sosegado silencio las tristezas, las decepciones, las ofensas, las pérdidas, la soledad y las lágrimas. Pero también, encima de ese baúl, ha dejado la carpeta de esperanzas que ha tejido desde que era una joven, con destellos de paz en las orillas, toma conciencia de su luz, esa luz que algún día se unirá a la fuente inagotable del gran Sol.
Se ve en el espejo, y observa el gran privilegio que le ha dado la vida por alimentar sus esperanzas, por dejar ir con amor y por respetar la libertad que tienen sus seres queridos por caminar en el sendero que cada uno de ellos ha elegido, aunque le duela, aunque no le guste, aunque no los vea. Entonces observa a la gran mujer que refleja el espejo, esa mujer que sabiamente se encuentra a sí misma, la que se cuida, se valora y se ama, esa mujer que se siente más cerca de sí misma. Esa mujer con plata en el pelo y oro en el corazón.